martes, 22 de enero de 2013

Marcos

    No recuerdo la primera vez que cogí una aguja de ganchillo , tendría unos 8 o 9 años de la mano de mi tía Petra. Siempre me ha llamado mucho la atención hacer cosas con las manos, tanto pintar como tallar, esculpir, tejer; Cualquier cosa que implicase crear algo, algo único y personal, que llevase un poquito de mí.
  Al principio nada salía como lo había pensado o copiado, pero para mí no era un fallo de ejecución , ni un error, ni nada que hubiese que repetir o deshacer;  Lo miraba como algo único y diferente y siempre le encontraba una utilidad, lo valoraba por el tiempo y el esfuerzo dedicado más que por el resultado.
  Con el tiempo diversifiqué tanto las cosas que quería hacer que nada aprendí del todo, hago mil cosas diferentes , por lo menos las empiezo, y luego algunas acaban en un cajón y otras encuentran a su dueño cuando pasa el tiempo.
  Muchas veces cuando comienzo una nueva labor me preguntan que para quién es; Y a veces contesto" pues no lo sé, no tiene nombre" o sea, que no tiene dueño. Esta vez que tiene dueño e incluso nombre, no ha salido tan bien como me hubiera gustado, será que con la edad me volví mas exigente. La primera labor que pondré en este blog son unos zapatitos de ganchillo que hice para mi nieto, no sé si los llegará a usar depende como sean de grandes sus piececitos, pero eso me da igual. No los hice por que a él le hagan falta son por mí , por que me siento bien creando algo único y diferente para alguien especial, en eso ocupo mi tiempo y mi mente.
   Están hechos con hilo de algodón del nº 5 , si queréis mas explicaciones solo tenéis que pedírmelas.






 

1 comentario:

  1. en la foto no se ve muy bien el tamaño, pero como saque el pie del abuelo... lo tienes claro, venga hilo ahi para el Marcos..jajaja

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