Esto era una vez un bote de cristal que contenía zumo,
el zumo se bebió hace tiempo.
Y el bote se sentía triste y abandonado
Pasó por allí una cuerda que lo arropó para que se sintiera mejor
y unos esmaltes de uñas apunto de secar quisieron darle color y alegría
el bote decidió cambiar su nombre y se puso Violetero ,
quizás nunca conozca una violeta
pero ahora tiene una nueva vida.
No es un cuento es reciclar, dar un nuevo uso a eso que ya tenemos en casa.
Espero que os guste.
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