Aunque parezca mentira esta foto tiene más de 15 años . No es el primer farol que yo hice con un melón, ya los había hecho con ayuda de mi padre cuando era una niña. La de la foto es mi hija pequeña.
Cuando yo era pequeña no todas las calles de mi pueblo estaban alumbradas y era un placer para nosotros los más pequeños pasear por ellas a la luz de estos improvisados faroles realizados con unos melones pequeños , se llamaban de arranque y no servían para comerlos, eran los que quedaban en la mata y no se terminaban de hacer antes de que ésta se secase.
Como halloween pero en extremeño , no pedíamos chuches ni asustábamos a nadie . Buscábamos en casa restos de velas y salíamos de noche, cosa que normalmente no nos dejaban. El encanto que tiene lo prohibido... jugar con el fuego de las velas y estar fuera de casa mas tarde de lo acostumbrado...hacía de ese momento algo emocionante , nos conformábamos con poquito.
Este año los he preparado para Oliver y para Marcos que aunque son muy pequeños y no se enteran me hacía mucha ilusión . En mi pueblo están haciendo un esfuerzo para recuperar antiguas tradiciones y no caigan en el olvido. Prepararon un pequeño taller para enseñar a los pequeños a prepararlos y luego salieron a las calles en una pequeña ruta con sus faroles a disfrutarlos.Como no pude asistir los hice en casa, en menos de una hora.
Hay cosas que han cambiado , como veis en la foto, la vela es de pila
Son muy fáciles de realizar, se corta la tapa de arriba, se vacía con una cuchara el interior del melón procurando no dejar las paredes muy finas. Con una tiza se marca los cortes que le queremos hacer dándole forma de ojos, boca, nariz.... y con un cuchillo bien afilado lo recortamos con cuidado para que no se raje.
La mamá de Marcos le tuneó el melón y salieron a pasear los tres ; y como el día era fresco y el recorrido se hizo largo, Marcos aprovechó para echar una siestecita.
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